Tener a mano un manual de normas básicas de protocolo para
sobrevivir a una boda no estaría mal. Si tienes entre 25 y 35 años es probable
que te enfrentes a una media de entre una y cinco celebraciones al año y, para
ello, tengas que elegir desde el traje (¿o mejor chaqué?), la corbata (¿o mejor
pajarita?) y la pamela (¿o no se puede llevar?) hasta no olvidarte de coger un
poco de arroz para tirárselo a los novios (¿se puede tirar?) o de pensar qué
vas a regalar (¿sobres con dinero? ¿En serio?). Dudas, demasiadas dudas.
Para los que no sepan dónde empezar o para los que les
surgen dudas de última hora, hemos elaborado una guía en cómodos pasos (y
sencillos gifs) para no meter la pata. Dos expertos tienen todas las claves:
Gerardo Correas, consejero delegado de la Escuela Internacional de Protocolo, y
Rocío Blanco, wedding planner, y coordinadora del primer curso de organización
de bodas con titulación universitaria en el Instituto Superior de Protocolo y
Eventos y autora del libro Diseña tu boda perfecta.
Estos son algunas que las cosas que NO debes hacer en las
bodas:
Ir con escotazo
Según explica Rocío Ramos, "siempre debemos aplicar el
sentido común y el decoro. Para bodas religiosas no son recomendados los
escotes exagerados ni los hombros descubiertos". Gerardo Correas cuenta
que ir con los brazos tapados y sin escote es una cuestión "sobre todo
religiosa" y que "viene de antiguo", por lo que si la ceremonia
tiene lugar en una iglesia hay que "guardar ciertas formas de
respeto". Ambos aconsejan, en cualquier caso, prudencia.
Llevar un vestido blanco (ni negro tampoco deberías)
Por mucho que Pippa Middleton lo hiciera en la boda de su
hermana con el príncipe Guillermo, rotundamente no, opinan ambos expertos.
"La novia es la protagonista del día y nada ni nadie le debe hacer sombra.
Ninguna invitada podrá vestirse de blanco", remacha Blanco. "El
vestido blanco de Pippa es producto de una costumbre en Reino Unido. En España
no se utiliza el vestido blanco en ningún momento. Se le hace un feo a la
novia", cuenta Correas.
Rocío Blanco también cree que "el negro tampoco es el
color más adecuado para una boda, a no ser que lo adornemos con complementos en
otros colores". Para Correas es un color que se puede llevar "sin
problemas. Hay que adaptarse a la moda del momento".
Ir de largo por la mañana
Por la tarde y la noche, "las mujeres deben de ir de
cóctel", es decir, un vestido por encima de las rodillas que admite
pedrería, lentejuelas, brillos. Solo se podría ir de largo cuando la boda sea
de noche y si lo exigen los novios. Pero por las mañanas, Blanco recomienda
"traje de chaqueta o vestido por debajo de las rodillas, sin pedrería ni
adornos excesivos".
Abusar de los brillos y los adornos por el día
Ir vestida de árbol de Navidad no es bonito. Rocío Blanco
aconseja llevar un "traje de chaqueta o vestido por debajo de las
rodillas, sin pedrería ni adornos excesivos". Lo dice también Gerardo
Correas: "mucho cuidado de no hacer sombra a la novia, verdadera
protagonista".
Usar tocado por la noche...
Los tocados no son más que una variante de las pamelas. Y
¿para qué sirven las pamelas? Pues para quitar el sol. Efectivamente: de noche
no hace sol. Así que no abusemos. Si quisiéramos llevar algún adorno en el
pelo, "muy prudente", pide Correas.
...ni quitártelo si lo llevas por las mañanas
Si nos decidimos por llevar tocado o pamela, los expertos en
protocolo creen que lo mejor es no quitársela en ningún momento. Por supuesto,
jamás durante la ceremonia (si el de detrás no ve, que se cambie de sitio). Si
se tuviera que quitar en algún momento sería "durante el banquete",
según Blanco, pero hay que tener cuidado: "se quedará despeinada",
explica Correas.
Cambiarte los zapatos
Lo mejor es llevar un calzado cómodo desde el principio, en
especial la novia. "Que elija unos zapatos que puedan acompañarla durante
toda la boda", cuenta Blanco. Y entiende que las invitadas tiendan a
cambiarse durante el baile: "Es bastante corriente que sean incluso los
novios los que ofrezcan alternativas: chanclas, bailarinas, alpargatas,
etc.". Para Correas, sin embargo, "los zapatos se han elegido para el
vestido que se lleva y se deben mantener".
Llevar corbata negra...
Aunque en los últimos años las corbatas negras y estrechas
se han puesto de moda en estas celebraciones, para Rocío Blanco, "no es la
mejor opción, aún menos si la boda es de día".
... ni pajarita
La pajarita no se debe llevar por un motivo: es la prenda
que acompaña al esmoquin, y ese traje "no es adecuado" para las
bodas, explica Blanco. "Es una prenda que se utiliza para algo muy festivo
y de noche, como una puesta de largo o la fiesta de fin de año", argumenta
Correas.
Vestir de frac ni de esmoquin
"En principio, en España, si se pide etiqueta, no es
costumbre ir de esmoquin y sí de chaqué, a lo que se corresponde el traje largo
para las señoras", explica Correas, que añade que nunca hay que llevar
frac. "Se criticó mucho en la primera boda de la Duquesa de Alba que su
marido acudiera con frac", recuerda el experto.
Quitarte la chaqueta
vía Baileyrose Photography
No, chicos, no podéis. Ni cuando se acabe la ceremonia, ni
cuando lleguéis al almuerzo o la cena ni cuando se la quite el novio. No.
"La chaqueta es una prenda del traje y no se debe quitar. En una boda la
etiqueta dura toda la ceremonia, ni en unos momentos sí y en otros no. Es un
horror ver las cenas en mangas de camisa", cuentan.
Llevar relojes grandes y bisutería
Lo mejor siempre es la discreción. Los hombres llevarán
reloj "como una joya más, sin ningún problema", explica Correas. Para
las mujeres, solo "un reloj de pulsera pequeño o un reloj joya".
Para las joyas, "menos es más", dice Correas.
Blanco cree que lo mejor es "llevar una buena joya (sortija de diamantes,
pendientes de esmeraldas…) acorde con el traje" y, "si es posible,
evitar la bisutería".
Ponerte las gafas de sol
"Radicalmente no", dice Blanco. Correas también es
tajante al respecto: "No forman parte del traje. Mejor quitárselas".
Dar sobres con dinero
"NUNCA" y "radicalmente NO" son las
respuestas de los expertos. Poco más hay que decir.
El regalo hay que darlo "antes o después", dice
Correas. Para Blanco, tiene que estar "de acuerdo con tus
posibilidades" y "atenerse a los deseos de los novios cuando hay
lista de bodas o número de cuenta. Esto último no es elegante ni
protocolariamente correcto, pero resulta práctico".
Sacar el móvil todo el rato
Disfrutemos del momento y no abusemos de los móviles. Es
incómodo estar en una mesa y que nadie se mire a la cara... sino a la pantalla.
"Sugiero dejar los móviles en casa. Resulta muy grosero dejar el móvil
encima de la mesa, o ver a algún invitado hablando por el mismo sin ningún
reparo. Otra cosa son las emergencias…", explica Blanco. Correas tampoco
está a favor: "Es buena idea llevarlos guardados".
Tirar arroz (bueno, sí puedes, pero mejor cambiarlo por otra
cosa)
Hay una pega principal en un día así: que el arroz mancha.
Ambos expertos coinciden en que es una costumbre antigua y llena de
significado, pero "se puede ir cambiando por unas flores", como
explica Correas. "Existen otras opciones muy bonitas", cuenta también
Blanco.
Llevar niños pequeños si no te lo dicen los novios. Y dar la
lata con ellos
Los niños son graciosos, monos, ponen la nota de color en
cada boda... y no son cómodos después. ¿Qué hay que hacer con ellos?
"Buscar el modo de que no molesten y que se puedan divertir", comenta
Correas. "Lo primero que tienen que pensar los novios es si quieren una
boda con o sin niños", explica Blanco, que argumenta que contratar
animación es una gran opción por tres motivos: niños, padres e invitados.
La animación (o una niñera o zona aparte) es clave por
"los niños, que no aguantan un banquete de dos horas ni un baile de cinco.
Los padres, que están pendientes de si el niño come, de si tiene que ir al
baño, de si corre por el salón, de si molesta al resto de invitados… Y el resto
de invitados que comparten mesa con los pequeños, puesto que sufren cuando las
conversaciones giran en torno a ellos: que si qué tal come, que si él es futuro
Messi de la familia, que si ya sabe decir mamá…", explica Blanco. Así que
mejor sé claro y pregúntale a los novios si te dejas a los niños en casa. Te lo
agradecerán todos.
No avisar de tus alergias
No esperes al último momento o te quedarás sin comer. Lo
suyo es "avisar en la confirmación de asistencia", explica Correas.
Ahora que muchos novios optan por crear páginas web
personalizadas, Blanco opina que "sería conveniente añadir una pestaña en
la que demos la opción de que nuestros invitados nos informen de cualquier
intolerancia o alergia a algún alimento". Si es en papel, se puede añadir
un tarjetón extra donde se informe de ello", comenta.
Levantarte de la mesa del banquete
¿Qué hacer entre plato y plato? ¿Saludamos a los novios,
bebemos, cantamos? Los expertos prefieren que no nos levantemos de la mesa.
"En la espera entre platos se habla con las personas de la mesa",
explica Correas, que aboga por unos tiempos de espera cortos.
Levantarse "retrasa los tiempos del banquete y eso
perjudica a todos los invitados. Recomiendo organizar unas comidas cortas de
manera que no resulte tan necesario moverse por el salón", cuenta Rocío
Blanco.
Bailar antes que nadie
Mejor esperar. Tradicionalmente el orden solía ser, explica
Blanco: "primero, padrino y novia; luego, madrina y novio; por último, los
novios". Ahora el momento ideal es cuando salgan los novios.
Y, en cualquier caso....
Hasta los propios expertos lo dicen: "El protocolo, con
sus normas, ayuda a que los eventos se desarrollen de una manera más ordenada,
lógica y sensata. Pero no lo olvidemos, una boda es una fiesta bien organizada.
Debemos crear bodas especiales, personalizadas, muy al gusto de los novios e
invitados, arriesgadas, divertidas. Bodas en las que suceden cosas, más allá
del banquete y el baile... Debemos quedarnos con muchas de las ayudas que nos
proporciona el protocolo pero no con todo.
By: huffingtonpost.es
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